Autor: Wilkie Collins
Título original: The Woman in White
Publicada en: 1860
Transcurre en: Inglaterra en la época victoriana
Género: Misterio, intriga
Walter Hartright se traslada a Limmeridge para dar clases de dibujo a Laura, una joven rica heredera sobrina del barón Frederick Fairlie. Poco antes de irse, tropieza con una misteriosa dama vestida de blanco que le habla de Limmeridge y de su propietaria fallecida, la señora Fairlie. Desde el principio Walter siente una gran atracción por Laura, quien está prometida con sir Percival Glyde, que solo busca arrebatarle su herencia. Solo se interpone en su camino la misteriosa dama de blanco. La dama de blanco, inspirada en un hecho real y publicada originalmente por entregas en una revista dirigida por Charles Dickens, ha constituido un éxito ininterrumpido de ventas en todas las lenguas. Todo ello se debe a una trama argumental magníficamente desarrollada, que envuelve al lector en una atmósfera de misterio e intriga.
¡Por fin! Desde el año 2012 que esta novela reposaba apaciblemente en mi estantería sin que le hiciera el menor caso. La compré en su día en un arrebato, de aquella emergía mi amor por Charles Dickens y pensé yo que tratándose de su amigo y coetáneo, me tendría que gustar.
Bueno, pues que no os pase como a mi. La dama de blanco será una novela larga, pero es también apasionante, tanto, que cuesta dejar de leerla una vez empiezas.
Como es la primera novela que leía de este autor no sabía qué me iba a encontrar, aunque admito que tenía miedo de que fuera demasiado "policiaca" para mi gusto. Ya sabéis que la novela negra y el género de misterio tienden a aburrirme.
Pero Collins hace magia mezclando multitud de géneros en una sola historia, introduce romance, misterio, thriller, drama y toques de comedia aquí o allá.
Para empezar, lo primero que llama la atención es que estamos ante una novela que narra los acontecimientos con voces muy distintas, de una manera que me recordó enormemente a Drácula (que se publicaría unos cuantos años después), y que llena la lectura de sobresaltos, siempre deseando saber cuándo cambiará el narrador, quién será y cuál será su punto de vista.
Todo el misterio que se va desentrañando y que nos va anunciando el narrador desde la primera página logra mantenernos en vilo durante toda la historia, aunque en mi opinión peca un poco hacia el final, a la hora de resolver todos los cabos sueltos, de volverse un tanto pesada con tanta explicación minuciosa.
Aún así, ese solo es el tramo requetefinal, todo lo demás mantiene un tono ágil y sobretodo enormemente entretenido.
La historia da un par de giros y siempre logra sorprender al lector, y creo que está muy bien hilada de principio a fin... pero al final si hay que destacar algo de esta novela, son sus personajes.
Reconozco que hay algunos que son los "típicos" de las novelas victorianas, como Walter Hartright (el clásico héroe buenazo) y Laura Fairlie (la damisela en apuros a la que a veces me daban ganas de zarandear). Pero por suerte también cuenta con otros que están lejos de ser personajes planos o estereotipados. Mis preferidos (como, imagino, los de todo el mundo) fueron Marian Halcombe y el fascinante conde Fosco.

Me ha gustado mucho la manera de presentar a los personajes y las situaciones de Collins, aunque tengo que decir para los que lo comparan con Dickens que Dickens juega en otra liga .
Pero es que ¿Quién puede alcanzar la liga del señor Dickens? (ya salió la fangirl).
Pero volviendo a Collins… También me ha gustado mucho esa atmósfera gótica que tiene toda la historia, cómo nos introducen cada vez más y más en un ambiente cerrado y asfixiante, tan bien descrito que consigue llegar a agobiarte mientras lo lees.
Es una de esas raras lecturas que logran transmitir muy bien los sentimientos de sus personajes y trasladárselos al lector.

Como decía antes, La dama de blanco es sobretodo una novela de misterio enormemente entretenida, plagada de giros y personajes sorprendentes que consiguen mantenernos pegados a la novela durante horas.
Me cuesta entender las reseñas que la tildan de historia aburrida o demasiado plana.
A mi me enganchó desde la primera página, y eso que ya os digo que el misterio es uno de mis géneros menos preferidos.
Sin duda recomiendo la lectura de La dama de blanco a todo el mundo, es un clásico que no cuesta nada leer, que en ningún momento se hace pesado y que logra mantener la atención del lector en todo momento.
Puede que no sea una obra maestra de esas que logran traspasarte y quedarse contigo media vida, pero sin duda, es enormemente amena, y además cuenta con personajes tan fascinantes que personalmente voy a tardar en olvidar.